Hace algunas semanas , hicimos nuestro viaje de verano al centro de Francia , a Bourges , donde vive mi suegra , a más o menos 6 horas en auto desde los Alpes . He visitado la ciudad de Bourges innumerables veces y pensé que ya había fotografiado todo lo que tenía que fotografiar y visto todo lo que tenía que ver ( ya vez mi motivación ) , y esta vez sinceramente no tenía muchos deseos de hacer este viaje.

En fin , la historia es que entre todas la cosas nuevas y viejas que atiborran las estanterías de la casa de la abuelita , encontré por azar ( suerte ) un libro ( ese que está abajito en la foto ) . Ya la portada me cautivó , un señor vestido de mujer y un gatito a su lado ( me dije , aquí hay algo que no me cuadra pero que se ve interesante ).

Después de cenar , con mis lentes en mano , pijama puesto y libro , me fui a la cama dispuesta a leer algunas páginas antes de dormir . No paré de leer y mirar sus ilustraciones  hasta que llegué a su última página . Perdí la noción del tiempo mientras mi marido roncaba a mi lado 😉 .

Los dibujos de Marcel me hicieron descubrir un nuevo Bourges , una nueva ciudad , fue como visitar e imaginar otro tiempo ( ojo que mi imaginación da para mucho – risas ) .

Marcel nació el 10 de febrero de 1913 en Vallenay (Cher) y desde muy pequeño se dedicó a dibujar y escribir poemas . Lamentablemente su entorno familiar no era el más feliz y su vida dió un giro drástico e inesperado cuando su madre ya cansada de tanta violencia conyugal asesinó a su esposo ( padre de Marcel y sus dos hermanos ) . Ella fue juzgada y enviada a un sanatorio mental a las afueras de la ciudad donde terminó sus días .

Desde esa época Marcel eligió vivir en la marginalidad , en las calles , sin domicilio fijo , como escapando de los malos recuerdos y solamente acompañado de un triciclo muy especial , hojas , lápices y sus queridos gatos. Vivió al amparo de algunos amigos de la ciudad de Bourges , en alguna pieza , en algún ricón , en algún pedacito de la ciudad .

Y así , transcurrieron sus años , siguió dibujando , las calles , las esquinas , los barrios por los que deambulaba , las fachadas de una cuidad antigua , la catedral y sus diferentes ángulos , la estación de tren .

Se fue fundiendo en la ciudad , ya era parte de alguna esquina ; algunos se habían acostumbrado a su presencia , a otros le molestaba su forma de ser .

Infelizmente , muchas veces fue llevado a la comisaría , ya que al parecer de algunos ofendía la moral de la ciudad y sus buenas costumbres .

En una de esas tantas visitas policiales  , terminó en la cárcel , donde lamentablemente conoció a quién lo asesinaría años más tarde  » tan sólo por tres monedas» .

Si porque en algún momento le pareció mucho más estético vestirse con trajes de mujer , encargaba telas , diseñaba sus vestidos y alguna modista los fabricaba para él . Luego , tomaba su cámara de fotos y se retrataba con sus creaciones.

Casi todo lo poco que tenía como pertenencias lo costeaba con sus hermosos dibujos . Algunos los vendía otros los canjeaba por víveres o material para seguir dibujando. Pero siempre dejaba algunas monedas para alimentar a sus amigos gatos.

Algunos relatos cuentan , que su amor por los gatos era tan grande que antes de volver a su alojamiento , compraba una botella de leche y en su camino alimentaba a todos los que encontraba por ahí.

Me dormí pensando en su vida , imaginando cómo sería en la época » su vida » ; me dormí inmersa en sus dibujos , en cómo cada detalle estaba exquisitamente plasmado en una simple hoja de papel , sus dibujos son de un detalle increíble , no falta ni un sólo adoquín de la calle , ni una sola ventana .

Me dormí pensando en cómo alguien con una historia tan dura , logra mantener esa dulzura , logra vivir aislado del mundo , de la sociedad  ; y retratar al mismo tiempo cada esquina , cada edificio , cada calle con tanta precisión , con tanta realidad , justamente de la cual él no formaba parte . Supervivencia , ganas de vivir .

Desperté al día siguiente aún con sus ilustraciones en mi mente y decidida a recorrer con mi cámara algunos de los lugares que él dibujó , eran fácilmente reconocibles .

En sus poemas , por ejemplo , hablaba de los jardines en flor que están a un costado de la catedral .

Son una maravilla .

Recordé que dentro de su extensa colección de dibujos , ilustraciones , acuarelas y tinta china , uno de los monumentos más representados por su arte fue la catedral de Bourges . La miré con otros ojos , claro está , imaginé cuanto tiempo pasó en cada ángulo de ese gran edificio para captar sus detalles , todo el tiempo que dedicó . Imaginé mucho , mucho más  ; y fuí dándo un espacio en mi corazón a este personaje que ya no existía en mi tiempo .

Sus dibujos actualmente forman parte de un patrimonio histórico-arquitectónico valiosísimo para la ciudad . Y muchos de los herederos de esos dibujos los han guardado como patrimonio familiar , no sólo por su valor histórico , si no también por un cariño silencioso al recuerdo de Marcel .

A estas alturas , recorrer las viejas calles de Bourges tenían un nuevo sentido.

Volví a casa pensando en cómo terminó su vida , tenía una sensación de felicidad y pena al mismo tiempo ; había re-descubierto una ciudad a través de dibujos de una persona que ya no existía pero que en cierta forma lo sentía muy cercano . Si ya sé que estás pensando ( esta mujer está cu-cú y puede que tengas razón ) .

El 12 de enero de 1978 , un delincuente que había conocido en la cárcel y al cual le tenía mucho miedo lo asesinó en el lugar donde dormía habituamente junto a sus gatos ( una carcaza vieja de camión en medio de un sitio baldío).

Marcel , había anunciado su muerte , él sabía que lo matarían , sabía incluso que día moriría ; lo comentó a muchas de las personas con las cuales se veía a menudo en la ciudad . Nadie le creyó . Y esa madrugada , tal como lo prometió el asesino , le quitó la vida a Bascoulard . A la mañana siguiente , el propietario del lugar , no vió señales de Marcel y decidió ir por él . Lo demás es mejor no imaginarlo , lo que vió fue una escena triste y macabra .

Cuando terminé de leer su historia , me pregunté  ¿ Y si ya no tenía a nadie ? ¿Dónde descansa Marcel ? .

Bueno,  la ciudad de Bourges se hizo cargo de sus funerales , mucha gente lo acompaño en su último viaje .

Investigué un poquito más , realmente quería saber dónde estaba .

 

 

 

Mi enorme admiración y respeto por la vida de :

Marcel Bascoulard – Dibujante virtuoso , vagabundo magnífico , mujer inventada .

Hay un antiguo cementerio detrás de la estación de trenes de la ciudad y según las explicaciones su tumba tiene la estatua de un pequeño  gatito blanco .

Junto a mi marido nos pusimos a recorrer el lugar , en eso estábamos cuando escuché el maullido de un gato , venía directamente hacia mis piernas y bueno , hizo lo que todo gatito cariñoso hace ( ronronear , pegarse a mis piernas , poner carita de » apapáchame » 😉 ) , lo tomé en mis brazos y me dirigí a la tumba de nuestro artista que a esas alturas mi marido  ya había encontrado.

No más llegar ahí , dejé a nuestro amigo gatuno sobre la tumba y él se recostó como si fuera su cama . Nos acompañó todo el tiempo , juntos rendimos homenaje a la vida de Marcel . Una flor de hibiscus  junto a la estatua del gatito blanco , es lo que pude dejar para agradecer , que a través de sus dibujos , pude » ver » a través del tiempo.