Pasó mucho tiempo hasta que me decidiera a escribir un blog , mil dudas y excusas , también varios intentos  y nada salía !

Empecé a ver la idea del blog  de una manera diferente  , como un espacio ( ahora virtual ) donde poder guardar todo lo que voy fotografiando , como una  «cajita antigua de lata» , recuerdas ? de esas de la abuelita  , en donde guardaban fotos , cartas , flores secas y cuanta cosa hermosa , significativa o memorable ocurría en la vida . Así que aquí estoy ( nuevamente 🙂 )

Empezaré por lo que más me gusta , los viajes . Este año ha estado llenito  de ellos con sorpresas amables , felices y tranquilas ( nada que ver con el año pasado , ese 2016 mejor olvidarlo ) .

Este viaje a Venezia que además coincidió , por esas cosas del universo , justo con el día de mi cumpleaños si que fue un regalo . Es que Venezia es de lo más lindo . Si , está lleno de gente , pero todos están tan preocupados de mirar y disfrutar de sus rinconcitos que nadie se toma la cabeza por nada o por lo menos yo no me di cuenta ( estaba embobadísima de belleza ) .

Alojamos en un camping frente a Venezia ( íbamos mi marido y yo – acompañando al club de kayak en el que participaba mi hija Aline ) , más o menos a 30 minutos de barco de la ciudad . Una vez que los chicos partieron en su salida a remar y yo tomé las fotos de rigor , me quedé con toda la tarde libre y un cumpleaños a celebrar . No esperé más y me subí al primer barco en dirección a la » beautiful Venice » .

Las vistas desde el barco eran lindísimas y cada tanto nos cruzábamos con otras embarcaciones que iban con cara de » happy » igual que nosotros. Desde lejos ya veía los bellos colores de sus casas y edificios . No más bajar del barco me enamoré de Venezia .

No tenía ni plano de la ciudad  , ni organización para ese día , así que decidí ( como lo he hecho muchas veces ) perderme literalmente por donde me llevara la intuición ( libertad total , siiiiiiiii ) .

Y todos los lindos rinconcitos , puentes  , calles y etcéteras  que están a cada paso . Son pura belleza . Te invito a mirar .

Continúe perdiéndome por las calles con un buen » gelato » de frutos rojos y sentada en alguna escalinata por ahí a la sombra . Hacía calor y mucho . Creo que las mejores vistas de Venezia las logras tener en cada puente , no sólo por lo lindo de las casas que dan al agua , si no también por los señores gondoleros , que dicho sea  de paso , son un espectáculo aparte . Divertidos , cantan , saludan , hacen bromas entre ellos y a los visitantes  , un ambiente muy liviano y distendido .

Seguí celebrando mi cumpleaños , sin mirar el reloj  y con un  buen capuchino en mano . Es que los cafés en Italia son mis preferidos , especialmente cuando le ponen chocolate en polvo sobre la espuma de la leche . Mmmmm , muy bueno 🙂

Y todas esas fachadas , puertas , ventanas, balcones , esquinitas que son realmente de postal para mi ♥

Y las sorpresas , si , no hay que olvidarlas , siempre hay algo divertido que ocurre a tu alrededor … como esa pareja de novios fotografiándose en Venezia , es que ellos llegaron a la plaza San Marcos en jeas y zapatillas , sacaron del bolso los trajes de novios , se vistieron para la foto y listo …. CLICK ♥

Y más detalles , esquinas , góndolas …. todo lo que mi ojos alcanzaran a guardar de pura belleza.

Que lindo día , que bien lo pasé , tanto que caminé ; terminé con esos cansancios que son pura , pura felicidad .

Sigo con más de este viaje en la parte dos , es que son tantos los recuerditos que mejor lo hago en dos partes y así se disfruta más … 😉