Ve a buscar un té , café , mate , martini , chocolate caliente , sopa o cualquier cosa rica y siéntate junto a mi a ver más de Venezia.

No importa por donde estés , cada esquina tiene algún espacio encantador , cada puente es tan , pero tan fotogénico que es imposible no detenerse a observar pasar la » life » .

Mira …

Viajar con una adolescente de 14 años , a un lugar como este , podría ser a veces algo complicado , ya sabes , no quieren levantarse temprano , no quieren caminar mucho , en fin yo creo que me entiendes no ?  , pero en este caso , tuvimos la suerte de que en unos de los puentes vió pasar al » gondolero de su vida » ( o sea , la niña se enamoró 😉 ) va foto.

 

Ya sé , no es la mejor foto ; pero por favor entiende , la niña quería que inmortalizará a su gondolero elegido , las madres fotógrafas a veces estamos para eso no ?

 

 

Desde ese momento , decidimos bautizarlo  » LUIGI » , ya que no atinamos lamentablemente a preguntarle su nombre .

 

 

Nos sentamos un buen momento a ver pasar góndolas  a la espera de que nuestro famoso » Luigi » volviera a pasar , en el intertanto nos dedicamos a coleccionar » Luigis » ( ya sé , esto no es bonito , coleccionar personas no es lo más adecuado , pero debes intentar comprender que  todo fue por el corazón de mi hija ♥ ) .

Y me fuí despidiendo de Venezia , me refiero al primer día  en que estuve solita y felizmente perdida en la ciudad (  el segundo día fue con marido e hija de compañía ) .

Me senté en un café del puerto a esperar mi barco , el que me llevaría de vuelta al camping , pedí un  » martini bianco » ( con aceituna verde – obvio ) después de todo era el día de mi cumpleaños y tenía que terminar celebrando con algo rico . Mientras esperaba , una señora de 75 años aproximadamente buscaba un lugar para tomar un café , le ofrecí un espacio en mi mesita . Lo demás fue un verdadero regalo  , ella me contaba un poco de su vida , yo un poco de la mía ; ella me decía » si tuviera tu edad haría más viajes sola , así , libre como tú » y yo pensaba … » espero , que cuando yo llegue a su edad , logre irradiar toda esa dulzura que las  experiencias y sus años le han dejado como regalo » . Fue un momento de martini y café maravillosamente compartido .

Ahhhhhh … sonó la campana de mi barco .

Las últimas vistas .

Ciao Venezia